Fue el primero en hacer bulto en los foros organizados por Mariano, con lo cual poco logró pese a poner a Apizaco a los pies del  hoy gobernador electo; entonces decidió recurrir a una relación del pasado (Adri) con quien hizo un ejercicio de catarsis política y optó por repartir el botín, digo el ayuntamiento, si es que gana en segundas nupcias.

Consciente de la debilidad de los alfileres de los cuales pende su triunfo electoral en Apizaco, el ¿efímero?, presidente municipal electo, Orlando Santacruz Carreño, se muestra dispuesto a aliarse con el mismo demonio, si con ello implica sumar aliados para la batalla que sostiene con su adversario histórico, el zar del WC, Reyes Ruiz Peña.

Aliado -con quien sea- el portento de la abogacía en Tlaxcala aspira también a conservar derechos que le permitan ser de nueva cuenta el candidato de «su partido», el PAN, ante la probable resolución en sentido negativo a sus intereses en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

En estas condiciones adversas, lo que un político angustiado hace es, regatearse por cuanto alianzas estratégicas (yo diría convenencieras).

Así que sin perder el tiempo, mister Orlando buscó una cumbre con la seño Adriana, con quien entablaría los siguientes compromisos, a cambio de su intercesión en el partido del cual resultó ser (porque no había de otra) la lideresa moral con amplias capacidades al interior, para poder influir en aquello de la candidatura en segundas nupcias.

1.- Los aliados convinieron dejar atrás las náuseas que uno sentía del otro cada que lo oía hablar.

2.- Convendrían repartir el botín, perdón, la plantilla de confianza del ayuntamiento rielero para equilibrar la presencia de ambos en lo escaso que a final de cuentas se habrá podido conservar tras la complicada elección del cuatro de julio anterior.

3.- Harían hasta lo imposible para tocar puertas, las que sean en los altos niveles de la política panista, buscando clemencia en el fallo del Tribunal (y aquí expreso mis dudas, pero ya sabe usted, en el sexenio del aiga sido todo puede suceder).

Lo que son las cosas, verdad… enemigos declarados durante la campaña, como las cosas no resultaron según lo esperado (por ellos) hoy no tienen más alternativa que ver su lado bonito (¿cuál?) procurando superar la creencia de que Orlando sería uno de los promotores del llamado voto diferenciado.

Orlando, de los primeros en hacer bulto en los foros marianistas, cede la mitad de «su ayuntamiento» a Adri, buscando su ayuda. Caray… lo que es la adversidad, verdad…

Es probable que la defensa de la plaza Apizaco, recurriendo a los cuates en todos los niveles, sea una magnífica oportunidad para que Adriana Dávila Fernández, se aplique a fondo como la nueva lideresa moral del PAN.

Como anillo al dedo le cae este encargo, con el cual otorga un perdón masivo a todos los colaboradores que le fallaron, según los reportes de cierto asesor guanajuatense, quien a estas alturas ya está a suficientes kilómetros de distancia, nomás acordándose de los platos rotos en la placita esta de Tlaxcala, donde pudo adquirir chorros de experiencia sobre cómo no se debe actuar cuando le confían a uno la campaña de alguien con dinero de sobra, respaldo presidencial, aunque con bastante ausencia de perfil.