Quién sabe qué pasó los últimos dos días en las campañas políticas en Tlaxcala que alguien abrió las puertas del infierno. Se sabe que la más extensa colección de fotografías, audios y videos pueden salir a escena y enterrar las aspiraciones de uno que otro aspirante y una candidata que busca ganar un cargo de elección popular el próximo 6 de junio.

 

 

El primer escándalo involucraría a un diputado local de dudosa moral y pésima reputación que no hace mucho mostró su repudio al partido que lo cobijó, pero que curiosamente sostiene un litigio para tratar de conseguir la candidatura morenista a la presidencia municipal de un pueblo mágico de Tlaxcala.

 

Según el audio que se ha dejado escuchar a través de las redes sociales, este involucraría al desprestigiado y camaleónico legislador José María Méndez Salgado, alias “El Chema”. Se le escucharía contando el dinero del moche recibido y explicando a un alcalde del sur del estado la garantía que tendría para recibir los recursos prometidos para la ejecución de obras públicas que se financiarán con recursos etiquetados por el Congreso del Estado.

 

El dinero público del que se hablaría, es ni más ni menos del Fondo de Resarcimiento de las Finanzas Municipales que la actual legislatura creó para que cada uno de los 25 diputados locales dispusiera y etiquetara a los municipios que quisiera cerca de 20 millones de pesos.

 

El audio dejaría muy mal parado al convenenciero legislador de Morena que hace unos días decidió sumarse a la campaña de la candidata priista de la coalición “Unidos por Tlaxcala”, Anabell Ávalos Zempoalteca, porque evidenciaría que incurrió en presuntos actos de corrupción y que los principios que presume la Cuarta Transformación de no robar, no mentir y no traicionar fueron tirados sin ningún remordimiento al cagadero.

 

Si ese audio que seguramente tiene un respaldo en video y fotográfico será parte de una investigación lo desconozco, aunque sí puede ser la punta del iceberg de la corrupción que impera en Tlaxcala y que involucraría a otros legisladores y legisladoras, candidatos y candidatas, así como funcionarios estatales y municipales que fueron descuidados a la hora de hacer “negocios” al amparo del poder y su cargo público.

 

De acuerdo con la información disponible, le puedo comentar que si hay audios, videos y fotografías de otros políticos y políticas recibiendo en bolsas de regalo fuertes cantidades de dinero que podrían hacerse públicos en unos días más. Se habla que un buen momento para revelar ese cochinero sería durante el segundo debate de las candidatas y el candidato a la gubernatura de Tlaxcala que se llevará a cabo el próximo domingo.

 

Los que estén libres de culpa no deben preocuparse, pero los que saben que incurrieron en acciones deshonestas deben meditar muy bien qué harán si es que aparecen videos, fotografías o audios que evidencian posibles actos de corrupción.

 

Viene la etapa final de las campañas y las hostilidades aumentarán.

 

Las acusaciones y descalificaciones serán la constante.

 

Es la guerra por el poder y por eso nadie debe sorprenderse.

 

El PRI y la clase política que respalda a Anabell Ávalos saben que si pierden la gubernatura de Tlaxcala el próximo 6 de junio empezará una nueva etapa y surgirá en el estado nueva clase política bajo la órbita del poder e influencia de la morenista Lorena Cuéllar Cisneros, quien sabe perfectamente quiénes la han apoyado y quiénes la han golpeado y traicionado.

 

Muchos se están jugando su futuro y por eso los días que restan de campaña serán intensos y encarnizados.

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