Gabriel Biestro, arriesgada pretensión
Del endeble liderazgo que Gabriel Biestro Medinilla tenía entre los diputados del bloque Juntos Haremos Historia, poco o nada debe quedar después de su pretensión de convertirse en gobernador interino, para allanar el camino a Luis Miguel Barbosa Huerta en las elecciones extraordinarias que posiblemente se realicen el 2 de junio.
El ala radical que representa Gabriel Biestro dentro de Morena, poco está abonando a la estabilidad política del estado y al nombramiento de un gobernador interino de consenso.
Una cosa es que el coordinador de la fracción de Morena haya sido nombrado presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la LX Legislatura, y otra muy diferente que los 22 diputados del bloque vayan a votar por él para designarlo interino.
Con su arrebato, Gabriel Biestro puede dividir a la mayoría parlamentaria, fracturar la frágil unidad de los diputados emanados de la coalición Juntos Haremos Historia y ponerse en una situación incómoda o comprometedora frente a sus propios colegas e instancias federales o nacionales.
Qué va a hacer cuando el subsecretario de Gobernación, Zoé Robledo Aburto le diga que por instrucciones del presidente López Obrador el gobernador interino no será él; cuando la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, le pida procesar en el Congreso local el nombramiento de un personaje consensuado en instancias nacionales; o cuando él se proponga y los diputados del frente morenovallista y de su propio bloque le den la espalda.
Su ambición puede costarle cara, no sólo a él que —por un asunto de congruencia— tendría que despedirse de la Junta de Gobierno, sino a su principal impulsor y soporte: Luis Miguel Barbosa Huerta, cuyas posibilidades de repetir como candidato a gobernador en las elecciones extraordinarias se ven cada vez más complicadas, a pesar de lo que en su defensa diga la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky.
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Aunque Eduardo Rivera Pérez fue incluido en una terna para hacerse cargo de la gubernatura interina en lo que se realizan las elecciones extraordinarias, la verdad es que el interés del ex presidente municipal de Puebla está centrado en la nominación del PAN y no en el interinato.
Su problema —y vaya que lo es— es que no cuenta con los recursos económicos necesarios para soportar una campaña de dos meses, a diferencia de otros grupos panistas que giran en torno al senador Roberto Juan Moya Clemente, el ex diputado Eukid Castañón Herrera y el ex presidente municipal de Puebla y jefe la Oficina del Ejecutivo, Luis Banck Serrato.
Sin embargo se sabe que Eduardo Rivera ha tenido acercamientos con otros morenovallistas, que le han planteado una alianza y apoyarlo económicamente en caso de que las encuestas lo ubiquen como el aspirante que mayor garantías de triunfo tenga en las elecciones extraordinarias.
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La empresa Milenium, que se perfila como la favorita para ganar la licitación del contrato de prestación de servicios del alumbrado público en el municipio de Puebla, me hizo llegar una tarjeta aclarándome que sus costos y luminarias son más bajos y mejores que Citelum, que no participará en el referido concurso.
De entrada dice que mientras Citelum instalaba por mes 400 nuevos puntos mes, Milenium viene instalando mil con luminarias LED.
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