De migrantes, magistrados, periodistas y cosas peores
Rodolfo Ruiz R.
Este miércoles un grupo de periodistas de diferentes medios de comunicación harán pública su preocupación por la posible continuidad de algunos funcionarios del gobierno de Rafael Moreno Valle en la gestión de José Antonio Gali Fayad, a pesar de su abierta hostilidad hacia la prensa independiente.
Y también por las veladas amenazas que en los últimos días han dejado correr en el sentido de que una decena de periodistas poblanos serán demandados, con la venia del gobernador saliente, para afectar su patrimonio y coartar su libertad de expresión.
Dicha preocupación se plasmará en un escrito dirigido a las organizaciones como Artículo 19, Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), Casa del Periodista, Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana de Puebla y otras ONGs defensoras de la libertad de expresión, el derecho a la información y los derechos humanos.
El acto tendrá lugar a las 13 horas de este miércoles en el auditorio del Instituto de Diseño y Desarrollo Tecnológico de la Ibero Puebla.
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El magistrado electoral de Puebla Jorge Sánchez Morales es uno de los 18 finalistas seleccionados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para concursar por las plazas de magistrados que quedarán vacantes en las Salas Regionales de Guadalajara y Monterrey, así como en la Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Los aspirantes tendrán que comparecer ante los ministros de la Suprema Corte el próximo lunes 30 de enero.
Hay que recordar que el magistrado Jorge Sánchez, del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) ya sorteó esa aduana a finales del año pasado cuando buscó ser nombrado por el Senado de la República magistrado de la Sala Superior del TEPJF.
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En el hipotético caso de que Donald Trump cumpla sus amenazas de deportar a los más de 8 millones 450 mil mexicanos que están de manera irregular en Estados Unidos, a Puebla podrían retornar más de medio millón de paisanos.
Lo peor es que a la entidad dejarían de llegar mil 400 millones de dólares anuales que, en promedio se reciben por concepto de remesas.
Puebla está entre los primeros cinco estados con mayor captación de remesas.
No está de más señalar que ninguna entidad del país está preparada para un éxodo de esa magnitud, que colapsaría el sistema educativo, los servicios, de salud y la economía en general.
La previsión es que las deportaciones no alcancen esa magnitud y, en el peor de los casos, que igualen las de 2011 cuando 23 mil poblanos fueron enviados de regreso durante el mandato de Barack Obama.
La reflexión viene a cuento por la presentación que este martes se hizo del libro “Los Migrantes Poblanos en Estados Unidos”, obra que contó con el apoyo del Congreso del estado, la Secretaría General de Gobierno, a través del Consejo Estatal de Población del Estado de Puebla (Coespo) y la Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de Apoyo a Migrantes Poblanos.
En el texto por primera vez se da una cifra estimada, que ahora se puede considerar oficial, del número de paisanos que están en 16 estados de la Unión Americana, los que concentran más de 70 por ciento de ellos.
De acuerdo con la proyección de “Los Migrantes Poblanos en Estados Unidos”, con base en la Oficina del Censo de EU, el Pew Research Center y las solicitudes de Matrícula Consular de Alta Seguridad, en la Unión Americana hay 2 millones 273 mil 240 poblanos.
De ellos, un millón 524 mil están en el grupo de «nativos», es decir, los que tienen un origen mexicano y poblano y ya «forman parte de la población que nació» del otro lado de la frontera.
Asimismo, hay 748 mil en la categoría de quienes «nacieron fuera», grupo que a la vez se divide en «naturalizados», que suman 188 mil y «no ciudadanos», es decir indocumentados, cuya cifra llega casi a 600 mil.
Los números presentados el mediodía del martes en Casa Aguayo, son los más cercanos a la realidad, desde el punto de vista oficial, pero se acerca mucho a la que históricamente han manejado los propios migrantes y organismos como la Pastoral de la Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Puebla, que tiene una labor destacada en la materia, y que encabeza el sacerdote Gustavo Rodríguez Zárate.
En medio de la crisis que se prevé con la presidencia de Trump, la migración debe adquirir otra categoría de atención para el próximo gobierno del estado.
Hoy, solamente se atiende de manera formal el fenómeno migrante a través de la Coordinación Estatal de Asuntos Internacionales y de Apoyo a Migrantes Poblanos, que estaba a cargo de Miguel Hakim Simón, quien dejó el cargo de manera voluntaria hace unas semanas y en la que quedó, como encargada de despacho, la embajadora Patricia Soria Ayuso.
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