LA CORTE DE LOS MILAGROS

La ASF pone al descubierto la deuda oculta de Moreno Valle

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Rodolfo Ruiz R.

Este miércoles el periódico Reforma publicó una gráfica de las entidades más endeudadas acompañada de una nota que revela que la deudas de los estados crecieron en un año la friolera de 19 mil 518 millones de pesos.

En su nota de portada, al lado de la principal, Reforma dice —apoyándose en datos de la Secretaría de Hacienda— que «varios de los ex Gobernadores más controvertidos fueron los que más elevaron el endeudamiento«.

Sin embargo, un reporte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) coloca a Puebla como una de las entidades con el mayor monto de deuda oculta.

En su informe Análisis de Gestión Financiera de la ASF, presentado en agosto pasado, la Auditoría advierte que hasta el año 2015 Puebla contaba con obligaciones financieras por 24 mil 655 millones 200 mil pesos que no están inscritas ante la SHCP.

Dicha cifra es casi tres veces mayor a la deuda oficial reconocida por la administración morenovallista.

De esa cantidad, la ASF explica que 19 mil 39.2 millones de pesos corresponden a un concepto denominado “otros pasivos”; 5 mil 522.3 millones a deudas de largo plazo, y 93.7 millones a deudas de corto plazo.

Una cuestión que llama la atención en este maquillaje en torno a las deudas que dejará el gobierno saliente, es la negativa de la Secretaría de Finanzas y Administración de registrar como pasivos las obligaciones derivadas de los contratos por Proyectos de Prestación de Servicios (PPS).

Hace poco los municipios del estado ya incluyeron en el Registro de Obligaciones de la Secretaría de Hacienda los créditos bancarios que han obtenido de diferentes instituciones financieras y los PPS que han suscrito para la realización de obra pública o la prestación de servicios como el de alumbrado público.

Sin embargo el gobierno de Puebla sigue sin detallar en ese mismo Registro los PPS que ha contratado para la realización y mantenimiento del Centro Integral de Servicios (CIS), las obras del Museo Internacional Barroco, o la construcción de las plataformas de la armadora de autos Audi, no obstante que las obligaciones de estos contratos trascienden por mucho la gestión morenovallista.

Por qué la Auditoría Superior del Estado (ASE) no ha detectado esta deuda oculta en la revisión de la cuenta pública del Ejecutivo, por qué los diputados del Congreso local tampoco han descubierto estos «otros pasivos» pese a ser casi tres veces mayores que la deuda oficial reconocida, por qué la Secretaría de Hacienda se hace como el Tío Lolo para exigir explicaciones sobre esta deuda no registrada, por qué el gobernador electo José Antonio Antonio Gali guarda un cómplice silencio sobre esta situación.

Conste que son preguntas.

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