Trascendidos postelectorales
Que el futuro secretario de Seguridad Pública de Puebla podría ser un general, tan cercano al actual titular de esta dependencia, Mario Ayón Rodríguez, como su hermano Sergio de los mismos apellidos, quien actualmente se desempeña como directivo de la Policía Federal Preventiva.
El general Sergio Ayón, actualmente retirado del Ejército, cuenta con 65 años, y ha prestado sus servicios como comandante regional de la Sedena en diversas partes del país. En octubre de 2007, el presidente Felipe Calderón lo designó como comandante de la Sexta Región Militar, que comprende los estados de Veracruz, Puebla y Tlaxcala.
Un dato adicional es que Sergio Ayón fue comandante de la XXV Zona Militar de Puebla, por lo que la entidad no le resulta desconocida.
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Que este miércoles viajó a los Estados Unidos, en primera clase pero en línea comercial, el rector de la Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez.
Su periplo fue con destino a Miami, en donde tiene casa y viven sus hijas.
Agüera, por cierto, no tiene ningún inconveniente para entrar y salir de los Estados Unidos, y tampoco es investigado por la DEA o alguna otra corporación policiaca por lavado de dinero, como hace unos días se dijo en un portal electrónico sensacionalista, que en las pasadas elecciones locales fue utilizado como instrumento de guerra sucia.
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Que ahora sí podrían rodar cabezas en la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento de Puebla (Ceaspue), una vez que la auditoría que llevan de manera conjunta la Secretaría de la Función Pública y la Contraloría del estado se encuentra casi terminada.
A decir de fuentes confiables, el monto de las irregularidades podría alcanzar los 8 millones de pesos, de las que serían presuntamente responsables el anterior director general del organismo, Blas Villegas Lara; el director administrativo, Sergio Aguilar de Llano, y el actual encargado de despacho, quien además funge como director jurídico y apoderado legal, Benjamín Berea Domínguez.
Trascendió que algunas de las anomalías están relacionadas con compras y adjudicaciones hechas a la empresa Orbe, de Gerardo Ornelas, la que habría vendido al organismo más de dos millones de pesos en vehículos, equipo de video, cómputo y consumibles, a sobreprecios o como si fueran nuevos sin serlo.
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Que si la disputa por el Comité Directivo Estatal del PRI arrecia, y los grupos que se pelean la silla de Alejandro Armenta Mier siguen sin ponerse de acuerdo, el Comité Ejecutivo Nacional del tricolor podría intervenir y alargar las cosas para llevar hasta marzo del año entrante la elección de sus nuevos dirigentes.
En otras palabras: el 30 de octubre los miembros del Consejo Político Estatal del PRI sí se reunirían y nombrarían a un nuevo presidente o presidenta y secretario o secretaria general, pero no para un periodo de cuatro años, sino sólo para cinco o seis meses, en lo que se organiza una asamblea estatal.
Tal escenario no es descabellado, y menos si los marinistas y zavalistas insisten en hacerse del control del Comité Directivo Estatal del PRI sin abrirse o negociar con otras corrientes partidistas que recio y quedito han manifestado su rechazo a la imposición de Javier López Zavala o la continuidad de Alejandro Armenta Mier.
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Simón dice:
«Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un tirano.»
William Shakespeare (1564-1616). Escritor británico.