PAN: mal y de malas de cara a las elecciones extraordinarias

Los panistas de Puebla están metidos en un auténtico lío: no tienen un candidato competitivo para ganar las elecciones extraordinarias y su mejor carta, Eduardo Rivera Pérez, insisten en marginarla o excluirla de la contienda.

Quienes hoy tienen el control de las estructuras locales del PAN analizan perfiles como los de Luis Banck Serrato o José Antonio Gali López (Tony Gali Jr.), como posibles prospectos a la gubernatura, pese a que ninguno de ellos es formalmente panista.

Los morenovallistas puros, que no quieren al ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, deberían aplicar la máxima que tantas veces repetía el ex gobernador recién fallecido para justificar las alianzas con partidos ideológicamente antagónicos: es preferible ganar con los enemigos que perder con los amigos.

Con Eduardo Rivera los morenovallistas tienen futuro o al menos posibilidades de reinventarse y sobrevivir, pero con Morena —ya sea que el gobernador sea Miguel Barbosa o Alejandro Armenta Mier—, lo más probable es que desaparezcan o sean perseguidos.

Si el PAN de veras quiere ganar la gubernatura en la próxima contienda electoral, en la que Morena le saca una ventaja de dos a uno, necesita dos cosas:

1.- Aliarse con el PRI haciendo un frente electoral amplio contra Morena y el PT —que seguramente irán en coalición—, lo cual parece poco viable sino es que imposible, y

2.- Unirse y zanjar sus diferencias internas en torno a su cuadro más competitivo y aceptado por la mayoría de los votantes, y éste es Eduardo Rivera aunque no les guste a los morenovallistas.

Con el ex presidente municipal de Puebla el PAN podría ser más competitivo en las elecciones extraordinarias, pero no necesariamente ganar.

Para pensar en obtener la victoria los panistas primero tendrían que unirse, lo cual se ve difícil pero no imposible; reconciliarse con sus votantes —a los que decepcionaron en el pasado reciente—, dar señales que ya aprendieron la lección; sumar aliados que van más allá de los partidos satélite del morenovallismo; abanderar las causas de la sociedad civil por encima de sus intereses, y demostrar que pueden ser una opción de gobierno mejor que Morena.

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Ignacio Mora Dávila ya regresó de España a donde fue estudiar un doctorado a la Universidad de Navarra pero se fue a radicar a la capital chihuahuense donde la presidenta municipal María Eugenia Campos Galván lo nombró coordinador de Comunicación Social.

Mary Campos, como se lo conoce a la presidenta municipal, logró reelegirse para un segundo periodo superando a sus más cercanos contendientes por alrededor de 30 puntos, y se perfila como la aspirante con más posibilidades de suceder a Javier Corral Jurado en la gubernatura de esa entidad en las elecciones de 2021.

Nacho Dávila, quien fue coordinador de Comunicación Social en el ayuntamiento de Eduardo Rivera, es candidato a doctor en comunicación por la Universidad de Navarra, y cuenta con un máster en Comunicación Política y Corporativa, por la misma institución.

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