Contraloría y Finanzas: el arte de simular el combate a la corrupción
Aunque la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA) y la Secretaría de la Contraloría (SC) salieron a decir en Twitter que no toleran ni solapan la corrupción, tras lo publicado anoche aquí sobre el cobro de moches en la Dirección de Catastro del estado, la verdad es que ni una ni otra dependencia harán algo en serio para desterrar esta práctica.
Y lo sé de primera mano, pues en lugar de citar al director Israel Prado Ortega para que explique por qué los delegados del Catastro tienen que transferirle cada semana dinero en efectivo, o rastree en Banamex o la Secretaría de Hacienda quién o quiénes son los titulares de las cuentas a las que se hacen los depósitos, invitan a los supuestos afectados a presentar las denuncias correspondientes.
¡Por favor! Esa posición es ridícula: ¿qué delegado va a denunciar que su jefe lo extorsiona, a sabiendas que ese moche les permite a muchos de ellos hacer sus propias transas?
En lugar de ese absurdo llamado, la SFA y la Contraloría deberían pedir a Banamex o al SAT el nombre del titular o beneficiario de la cuenta de la tarjeta de débito 4152313251609108, un historial de los movimientos de ésta para saber desde cuándo se vienen cometiendo estas transas y hacer lo propio con al menos otras tres cuentas similares con terminación 9804, 9829 y 9108.
De buena fuente le puedo adelantar que el actual director del Catastro, Israel Prado, no inauguró esta nefasta práctica del cobro de moches, sino que la heredó y la perfeccionó de su antecesor Jesús Moreno Pedraza, quien llegó al cargo por recomendación del ex subsecretario de Ingresos, Manuel Arceo García García, con quien hizo pingües negocios en complicidad con los hermanos Arasen. Pero esa, como dice la Nana Goya, esa es otra historia de corrupción con juicios y procesos irregulares de usucapión de la que pronto daremos cuenta.
Por hoy sirva anotar que mientras la SFA y la Contraloría hacen ridículos exhortos a los afectados y a la ciudadanía en general a presentar las denuncias correspondientes, el director de Catastro ya instruyó a sus delegados a que le envíen un escrito donde manifiesten que nunca de los nuncas ha solicitado un moche.
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La versión que este martes circuló en redes sociales sobre una reunión de la embajadora de México en Colombia, y ex candidata del PRI a la gubernatura Blanca Alcalá Ruiz, con el ex rector de la BUAP y ex candidato a la alcaldía de Puebla, Enrique Agüera Ibáñez, en el restaurante Donato Camarano de Angelópolis, es absoluta y totalmente falsa.
También es mentira que el encuentro haya sido concertado por el operador político de Agüera, Damián Hernández Méndez. La reunión no pudo haberse realizado ayer u hoy por una sencilla razón: Enrique Agüera ni siquiera está en México.
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Este miércoles se llevará a cabo en Washington la premiación The Napolitan Victory Awards 2017, que organizan los consultores políticos afiliados a la Washington Academy of Political Arts and Sciences (W.A.P.A.S.).
Entre los nominados a un Victory Award en la categoría de “Mejor Campaña Política del Año” figura Javier Sánchez Galicia por la estrategia “Sembremos Esperanza” que hizo en 2017 para el hoy senador electo por Morena, Alejandro Armenta Mier.
Se trata de una campaña de contacto directo que le sirvió al entonces diputado federal para mejorar su posicionamiento en el estado de Puebla.
Otros nominados en esta categoría son Lenin Moreno, actual Presidente de Ecuador; Carlos Alvarado, actual Presidente de Costa Rica y Alden McLaughlin, hoy Primer Ministro de Islas Caimán. También están nominados Miquel Iceta, entonces candidato a la Presidencia de la Generalidad de Cataluña y Andin Bikker, quien participó en las elecciones generales de Aruba.
Los Napolitans se entregan en Washington, en las instalaciones de la Georgetown University.
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