Autoridad rebasada: la elección ya se judicializó
Si alguna duda había de que la elección para gobernador del estado iba a terminar en tribunales, este martes quedó despejada con lo ocurrido en el hotel MM, donde dirigentes de Morena irrumpieron en lo que calificaron como un laboratorio electoral para alterar actas, y donde los del PAN dicen que era un centro de recepción de actas de escrutinio para los cómputos de mañana miércoles.
Lo que sea no deja de levantar sospechas por los actores que estaban y llegaron al lugar como el operador electoral del morenovallismo, Omar Blancarte Montaño, y quien en declaraciones a medios dijo que trabajaba en Gobernación y estaba por jubilarse; el magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Raymundo Israel Mancilla Amaro, quien no hace mucho fungía como operador electoral del CDE del PAN; y el diputado Eukid Castañón Herrera, también operador del ex gobernador Rafael Moreno Valle y quien declaró que acudió al hotel a tomarse un café.
📹⏯Omar Blancarte, identificado como líder de la mapachera del PAN, reconoce que es funcionario del gobierno de Puebla pic.twitter.com/Pgljt6sqww
— La Jornada Oriente (@JornadaOriente) 3 de julio de 2018
En su visita al hotel MM Eukid Castañón reconoció a @MBarbosaMX como gobernador electo o semi electo. 😱😱😱 pic.twitter.com/lBqZ4P4iEk
— Rodolfo Ruiz R. (@periodistasoy) 3 de julio de 2018
Aquí el magistrado del @htsjpuebla Israel Mancilla, otrora operador electoral del PAN en el hotel MM. Qué hace ahí sino es ministerio público? pic.twitter.com/5QBwyOVYo5
— Rodolfo Ruiz R. (@periodistasoy) 3 de julio de 2018
Por la guerra sucia y los hechos de violencia que se presentaron a lo largo de la campaña; el robo de urnas con gente armada, los enfrentamientos y balaceras ocurridos hacia el cierre de la jornada electoral; y la irrupción de dirigentes y simpatizantes de Morena en el hotel MM, donde el PAN sostiene que recolectaba sus actas de escrutinio, el proceso electoral de Puebla ha entrado en una peligrosa espiral de violencia que a nadie conviene. A nadie.
Las autoridades electorales de Puebla, consejeros y magistrados locales, están rebasadas; han perdido legitimidad por su subordinación al morenovallismo y por las reiteradas ocasiones que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) les ha corregido la plana.
Lo más conveniente en estos momentos, ahora que ya intervino la Policía Federal y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), en la víspera de los cómputos oficiales —que también se prevén violentos—, es que el Instituto Nacional Electoral (INE) atraiga las elecciones de Puebla.
Dejar que las cosas sigan el rumbo que llevan, sólo complicará el conflicto y el encono entre morenovallistas y antimorenovallistas, y desatará en cualquier momento enfrentamientos más violentos de los que hemos visto.
En los cómputos de este miércoles, que quién sabe cómo terminarán después de que este
miércoles se destruyeran las actas de escrutinio que el PAN recolectaba en el hotel MM, los simpatizantes del candidato que salga perdedor no aceptarán los resultados y ello seguramente degenerará en nuevos sucesos de violencia.
Hay que evitarlos y encausar el conflicto postelectoral por la vía institucional y jurisdiccional. El inconveniente es que las autoridades locales están rebasadas y deslegitimadas.
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